Kooper se
había metido en la piel de Brad Pitt y demostró que ahora controlaba la
guardería. Se remangó la camiseta, se limpió los mocos con los nudillos y
enunció las Reglas de El Club de la Lucha:
Regla número
1: Nadie hablará de El Club de la Lucha.
Regla número
2: Ningún padre debe saber jamás de la existencia del Club. Si algún padre
viniese quejándose de los arañazos de sus hijos, éste quedaría fuera del club.
Regla número
3: Ningún robot puede hacer daño a un ser humano.
Salté como un
resorte: “Creo que esa Regla es de otro libro, Kooper. Es del libro de Asimov,
“Yo, Robot”; bueno, tú seguro que sólo has visto la película…”, interrumpí a
Kooper haciéndome la Marisabidilla y no le hizo mucha gracia.
“¡Cállate,
enana! Aquí las reglas las pongo yo. Son ideas originales mías. He estado
leyendo sobre el tema y lo domino. ¿Te enteras?”. Kooper se había hecho mayor y
daba miedito. Continuó recitando las Reglas:
Regla número
4: La pelea es a tres arañazos. El primero de los contendientes que consiga
arañar la cara del otro tres veces, gana.
Regla número
5: La pelea es sin ropa: sólo se permitirá llevar pañal, recién cambiado. Los
contendientes que utilicen el olor de una gran cagada para aturdir al
contrario, quedarán eliminados.
Regla número
6: El primer campeonato será a eliminatorias. Como los torneos de tenis o los
campeonatos de fútbol: si pierdes, estás eliminado. Si ganas, pasas a la
siguiente ronda y peleas contra el ganador de otra pelea a tres arañazos.
Regla número
7: Puedes elegir el estilo de pelea que más se adecúe a ti. Los gordos pueden
pelear “estilo sumo”. Los asiáticos pueden utilizar el kung-fu, karate o
similares.
Ahora fue El
Coreano quien interrumpió a Kooper. “¿Podemos utilizar el estilo del “mono
borracho?”.
“Puedes
utilizar el estilo que te salga de las narices: el mono borracho, el perro
apaleado, la gata en celo o el caballo saltarín. Puede utilizar hasta los pasos
de tu baile. Lo que se trata es de arañar tres veces la cara de tu
contrincante. ¿Comprendes? Y ahora, ¿me dejas terminar?, por favor”.
Regla número
8: En este Club de la Lucha, pelean todos. Sin excepción de raza, sexo,
religión o edad. Todos.
camino a la guarderia con Agú
La sala se
quedó muda. Mientras Kooper recitaba todas las reglas, pensé en qué podríamos
sacar de bueno de éste Club. Mi neurona del Entretenimiento y Variedades me
sugirió una idea: “Estaría bien que el ganador final eligiese qué actividad se
va a realizar después en la guardería: es posible que gane Kooper, entonces
volverá a elegir otro campeonato al mejor de tres arañazos; pero igual gana
otro, y podría elegir, qué sé yo: hacer pompas de jabón con los mocos, o esgrima
con la uña del dedo meñique; o ganas tú y les propones hacer castillos humanos,
o que aprendan a hacer el HipoPedoEructo”.
Levanté la
mano y les dije mi idea a todos. Kooper dijo que se lo pensaría, que ahora él
tenía el poder, pero el resto de la sala me apoyó. La mayoría
estaba conmigo.
“Está bien: Regla número 9: El ganador del campeonato a tres
arañazos, elige la siguiente actividad”.
detrás de esa verja esta la guardería...
Kooper es un personaje mandón, tu no le hagas caso.
ResponderEliminarAbu Eli