Cuando se
trata de desayunar, los bebés somos los que peor lo llevamos. La gente normal
se toma su par de tostadas con mantequilla, cereales, un café cargado y hasta
zumo de naranja recién exprimido. Un desayuno continental que te puede salir
por 5 euros si estás en España, y que aquí no bajaría de los 15 dólares. Cosas
de la economía mundial que tampoco me interesan demasiado.
Pues a mí me
toca desayunar lo siguiente: papilla o puré o crema o cómo quieran llamarlo los
padres primerizos de, sujetaros los machos: patatas con calabacín; o de calabaza
con zanahoria y más calabaza; o de calabacín + patata + zanahoria = Caca dura para
bebé, que me cuesta un esfuerzo inhumano de expulsar. Y los padres primerizos
me lo siguen dando de desayuno, como si nada. Como ellos deben cagar la mar de
ligeritos…
después del desayuno, con Libe
Esto sucede
cada mañana alrededor de las 8:00. A las 7:00 me despierto. A veces lo hago un
poco antes para tocar las narices al calborotas, que viene a recogerme a la
cuna con cara de empanado y los ojos llenos de legañas, diciéndome cosas
agradables. Qué santo varón es a veces este calborotas.
Esta mañana en
el plato del desayuno había: puré de patata + calabaza + zanahoria. Entonces, de
repente, me apareció en el puré la cara de un fantasma que pretendía asustarme. Yo le
aguanté la mirada 15 segundos y se derritió. Owlie, la lechuza lista que habita
sobre mi cuna, me contó la otra noche que si miras 15 segundos a los ojos de un
fantasma, éste se convertirá instantáneamente en un dibujo animado que te caiga
bien. Así que le hice caso a Owlie y aguanté la mirada al fantasma del puré.
Y allí
apareció El Coyote. Por supuesto, estaba persiguiendo al Correcaminos. El
Coyote le había preparado una trampa con patatas, calabazas y zanahorias. Un
segundo después, El Coyote tenía un grumo de patata en la cabeza y sonrisa de
“me acaba de fallar el truco y me va a
pasar algo malo”. El Correcaminos se había escapado del truco ACME que tenía
preparado para cazarlo, se comió la cucharada de zanahoria sin tocar la
calabaza y se marchó. Total, que el pobre Coyote sigue sin cazar al
Correcaminos y se ha quedado sin zanahoria, que me la acabé comiendo yo.
Entonces, ¿no seré yo el Correcaminos para El Coyote en ésta historia? Qué
jaleo, por favor.
Después de
acabarme el maldito puré con fantasmas y dibujos animados toca marcharse a la
guardería. Pero antes, los padres primerizos hablan de introducir más sólidos a
mi dieta. Los próximos invitados a hacer que mis intestinos lo pasen fatal son:
las judías verdes, la chirivía y el nabo sueco. No quiero comentarios. Lo único
que espero es encontrarme con algún fantasma en el puré, le aguantaré la mirada
quince segundos y lo convertiré en el dibujo animado que me apetezca.
Me encanta eso de, mirar fijamente al fantasma y se convierte en el dibujo animado que desees.
ResponderEliminarQue riquiña la peque.Ab Eli