sábado, 17 de noviembre de 2012

Los fantasmas del puré



Cuando se trata de desayunar, los bebés somos los que peor lo llevamos. La gente normal se toma su par de tostadas con mantequilla, cereales, un café cargado y hasta zumo de naranja recién exprimido. Un desayuno continental que te puede salir por 5 euros si estás en España, y que aquí no bajaría de los 15 dólares. Cosas de la economía mundial que tampoco me interesan demasiado.
Pues a mí me toca desayunar lo siguiente: papilla o puré o crema o cómo quieran llamarlo los padres primerizos de, sujetaros los machos: patatas con calabacín; o de calabaza con zanahoria y más calabaza; o de calabacín + patata + zanahoria = Caca dura para bebé, que me cuesta un esfuerzo inhumano de expulsar. Y los padres primerizos me lo siguen dando de desayuno, como si nada. Como ellos deben cagar la mar de ligeritos…

                                             después del desayuno, con Libe

Esto sucede cada mañana alrededor de las 8:00. A las 7:00 me despierto. A veces lo hago un poco antes para tocar las narices al calborotas, que viene a recogerme a la cuna con cara de empanado y los ojos llenos de legañas, diciéndome cosas agradables. Qué santo varón es a veces este calborotas.
Esta mañana en el plato del desayuno había: puré de patata + calabaza + zanahoria. Entonces, de repente, me apareció en el puré la cara de un fantasma que pretendía asustarme. Yo le aguanté la mirada 15 segundos y se derritió. Owlie, la lechuza lista que habita sobre mi cuna, me contó la otra noche que si miras 15 segundos a los ojos de un fantasma, éste se convertirá instantáneamente en un dibujo animado que te caiga bien. Así que le hice caso a Owlie y aguanté la mirada al fantasma del puré.
Y allí apareció El Coyote. Por supuesto, estaba persiguiendo al Correcaminos. El Coyote le había preparado una trampa con patatas, calabazas y zanahorias. Un segundo después, El Coyote tenía un grumo de patata en la cabeza y sonrisa de “me acaba de fallar el truco y me va  a pasar algo malo”. El Correcaminos se había escapado del truco ACME que tenía preparado para cazarlo, se comió la cucharada de zanahoria sin tocar la calabaza y se marchó. Total, que el pobre Coyote sigue sin cazar al Correcaminos y se ha quedado sin zanahoria, que me la acabé comiendo yo. Entonces, ¿no seré yo el Correcaminos para El Coyote en ésta historia? Qué jaleo, por favor.

                                              los purés que me esperan... 

Después de acabarme el maldito puré con fantasmas y dibujos animados toca marcharse a la guardería. Pero antes, los padres primerizos hablan de introducir más sólidos a mi dieta. Los próximos invitados a hacer que mis intestinos lo pasen fatal son: las judías verdes, la chirivía y el nabo sueco. No quiero comentarios. Lo único que espero es encontrarme con algún fantasma en el puré, le aguantaré la mirada quince segundos y lo convertiré en el dibujo animado que me apetezca.


1 comentario:

  1. Me encanta eso de, mirar fijamente al fantasma y se convierte en el dibujo animado que desees.
    Que riquiña la peque.Ab Eli

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