jueves, 15 de noviembre de 2012

La lengua de la lechuza



Es muy gracioso ver al calborotas Lorzas cuando alguien le habla en inglés. Es como si vieses a un boxeador zumbado al que están dándole una buena somanta de palos. Está a punto de caer por KO técnico en el último asalto, después de haber aguantado, milagrosamente, todo el combate sin caerse a la lona. Cada frase en inglés para él es un derechazo a la altura de la mandíbula, o un crochet que le deja el hígado como el culo de mi patito de goma.
“Y ahí está el gordinflón de Sam “Lorzas”, a punto de dar con sus huesos en la lona”, diría uno de esos comentaristas de combates de boxeo tan instruidos, si estuviesen retransmitiendo la conversación pugilística por televisión.
“¡Sí, Harry, este Lorzas está acabado, Harry!”,  gritaría el ayudante del comentarista, como si la vida le fuera en ello.
“¡Este chico necesita mucho más entrenamiento!”, diría el comentarista mascando las palabras y escupiendo al micro.
“¡Si, Harry, este Lorzas está acabado, Harry!”. Los ayudantes de comentaristas no tienen demasiado repertorio. 
                                                   la lengua de Maia 

Pero el calborotas Lorzas sigue de pie. En el centro de la conversación, preguntando por tercera vez qué le acaba de decir un australiano sobre algo que tiene que ver con “la lengua de las lechuzas”, o eso es lo que el calborotas lleva entendiendo desde el primer momento.
Al final el tipo desiste y le sonríe. Si fuese un combate de boxeo, el entrenador de Lorzas ya habría tirado la toalla un par de asaltos antes. Pero aquí no hay toalla, ni entrenador que le salve. Así que la conversación se acaba con un “yes, yes, yes”, ojos de lechuza y sonrisa de medio lado.
Yo, como australiana que soy, no voy a tener ese problema. Mi lengua es el inglés. Voy a entender a cualquiera, ya me hable sobre lechuzas, arañas o pesca submarina. Además, tengo otras tres posibilidades en donde elegir. Las neuronas de mi cabeza están fabricando un diccionario cuatrilingüe, en donde podré elegir hablar inglés con acento gallego, o español con toques gallegos y ligero deje catalán, o incluso catalán con reminiscencias inglesas mezcladas con albariño. Seré una chica con don de lenguas. 

                                               la lechuza Owlie ¿cuidará de mí?

Por cierto, la lengua de la lechuza se caracteriza por emitir un desagradable ruido que me despierta cada noche. Tengo un nuevo huésped sobre mi cuna. Se llama Owlie, es una lechuza de ojos grandes y sabiduría excelsa, a la que los padres primerizos han colocado para que cuide de mí por las noches. Habla un inglés afrancesado y toques chinos al que, por supuesto, no me cuesta nada entender.


1 comentario:

  1. Sam te veo muy preocupado por el fisico, tu vales un montón.
    Maia estás muy riquiña, tu compañera Owlíe estará contigo y velará tus sueños.
    Buenas noches Maia, muchos arrechuchos para ti, mami y papi. Ab Eli

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